Me permitan que os cuente una pequeña historia...
En el pasado mes de agosto, caminaba por la calle Bourbon Street en New Orleans, rodeados de borrachos y baretos donde se podía encontrar de todo menos el grand jazz y menos todavía el blues del delta. No nos preocupaba nada (iba con un gran amigo), habíamos estado en tantos sitios buenos y habíamos escuchado tanta cosa buena por el camino, desde Illinois, pasando por Tennessee y Mississippi, que más podíamos pedir?
Nada, lo único que buscábamos era un bareto con un par de sillas libres para disfrutar de la buena y fría cerveza americana. Hemos visto un bar que no estaba lleno de "críos" y que había un negro vestido de cowboy dentro que nos llamó la atención. Entramos. (El bar en cuestión era el Chris Owens Club & Balcony... la foto arriba la hice yo este día)
Pues el negro en cuestión era un tal Troy Turner, genial músico, claramente muy inspirado en Stevie Ray Vaughan. Mientras escuchábamos su concierto vimos una niña de unos 8 años hipnotizada por su Fender Stratocaster, Mr. Turner como bueno showman callejero notó y hizo alguna gracia con la guitarra hacia la niña, y encantado con los ojos apasionados de la niña al final de la canción le regaló un CD. La niña miro a su padre con una mezcla de asombro y encanto mientras que Troy Turner siguió tocando. Al finalizar la canción la niña corrió en dirección al guitarrista y le abrazó... fuertemente... Si amigos, hay esperanza en las generaciones futuras. Viva el Blues.
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