"Cansado de tener que contar lo bonitas que eran las citas de motos clásicas del extranjero, a José Carlos Lorente se le ocurrió la idea de organizar una en España. Así nació el Classic Moto y así ha llegado, con un éxito ascendente, a esta, su tercera edición.
El Classic Moto no es una competición entendida como tal, sino una rodada en la que todos disfrutan, pilotos, mecánicos, aficionados, y yo creo que hasta las propias motos que vuelven a rodar por el viejo Jarama, sintiendo de nuevo el latir de sus corazones.
La reunión está prevista para que todos puedan rodar a lo largo del fin de semana, y las motos, todas anteriores a 1985, se dividían en seis categorías:
Monocilíndricas y hasta 450 c.c., Serie de más de 450 c.c., Sport de más de 450 c.c., Históricas y especiales, Gran Premio y Sidecars.
Por ello, algunos llegaron a rodar con sus motos clásicas, motos con las que aún hoy se desplazan a diario, otros rodaron con motos antiguas de colección, otros con autenticas motos de carreras, y algunos, con verdaderas joyas de Gran Premio como la Yamaha 500 de Joan Garriga, La Kobas de Sito Pons, una Honda ex-Luca Cadalora, la Derbi de Champi Herreros, la Yamaha YZF de Carlos “pana” Lavado, que un año más no se perdió la cita y no paró de la moto, al box, a hacerse fotos con los aficionados y a derrochar humor y simpatía por los cuatro costados.
Durante el Classic Moto se respira el ambiente de otros tiempos, como de otros tiempo eran las autenticas joyas de colección que pudimos ver, como la Harley Davidson Racer de 1920, la moto más antigua de esta edición; o una muestra de la impresionante colección que Ignacio Medina posee y de las que entre sus muchas rarezas y piezas únicas, vimos una Iresa 98 del año 53, fabricada por Industrias Reunidas Españolas en Madrid; una Ardilla 125 del año 53, fabricada por Industrias del Plata en Barcelona; una Premeta 225 también del 53, fabricada por Talleres Mecánicos de Precisión en Erandio; una Colomet 51 de 125 c.c. del año 52, fabricada en Palma de Mallorca; Un scooter Iruña 125c.c. continuadora de las Soriano y Husor, fabricada por Imenasa en Pamplona en 1956; una Rieju Sport 125 c.c. conocida como “Taon”, y fabricada en Figueras en 1954; o una Coronat, fabricada por Jaime Llobera Morro en Mallorca en 1954.
El Classic Moto no es una competición entendida como tal, sino una rodada en la que todos disfrutan, pilotos, mecánicos, aficionados, y yo creo que hasta las propias motos que vuelven a rodar por el viejo Jarama, sintiendo de nuevo el latir de sus corazones.
La reunión está prevista para que todos puedan rodar a lo largo del fin de semana, y las motos, todas anteriores a 1985, se dividían en seis categorías:
Monocilíndricas y hasta 450 c.c., Serie de más de 450 c.c., Sport de más de 450 c.c., Históricas y especiales, Gran Premio y Sidecars.
Por ello, algunos llegaron a rodar con sus motos clásicas, motos con las que aún hoy se desplazan a diario, otros rodaron con motos antiguas de colección, otros con autenticas motos de carreras, y algunos, con verdaderas joyas de Gran Premio como la Yamaha 500 de Joan Garriga, La Kobas de Sito Pons, una Honda ex-Luca Cadalora, la Derbi de Champi Herreros, la Yamaha YZF de Carlos “pana” Lavado, que un año más no se perdió la cita y no paró de la moto, al box, a hacerse fotos con los aficionados y a derrochar humor y simpatía por los cuatro costados.
Durante el Classic Moto se respira el ambiente de otros tiempos, como de otros tiempo eran las autenticas joyas de colección que pudimos ver, como la Harley Davidson Racer de 1920, la moto más antigua de esta edición; o una muestra de la impresionante colección que Ignacio Medina posee y de las que entre sus muchas rarezas y piezas únicas, vimos una Iresa 98 del año 53, fabricada por Industrias Reunidas Españolas en Madrid; una Ardilla 125 del año 53, fabricada por Industrias del Plata en Barcelona; una Premeta 225 también del 53, fabricada por Talleres Mecánicos de Precisión en Erandio; una Colomet 51 de 125 c.c. del año 52, fabricada en Palma de Mallorca; Un scooter Iruña 125c.c. continuadora de las Soriano y Husor, fabricada por Imenasa en Pamplona en 1956; una Rieju Sport 125 c.c. conocida como “Taon”, y fabricada en Figueras en 1954; o una Coronat, fabricada por Jaime Llobera Morro en Mallorca en 1954.
Porque no todo son carreras
No faltó la zona comercial, donde público y aficionados podían comprar todo tipo de piezas relacionadas con la moto clásica, o los clubs, como la Escudería Impala, que una vez más no dejo pasar la oportunidad de acudir a esta cita.
No faltó la zona comercial, donde público y aficionados podían comprar todo tipo de piezas relacionadas con la moto clásica, o los clubs, como la Escudería Impala, que una vez más no dejo pasar la oportunidad de acudir a esta cita.
Para llevar las más de 300 motos que se dieron cita el fin de semana, había pilotos franceses, italianos, portugueses, holandeses, ingleses y, por supuesto, españoles, y entre ellos, algunos de los pioneros de la velocidad en España que pasaron por el circuito en los últimos 40 años y que lucían nombres tan ilustres como José María Mallol, Andrés Pérez Rubio, Domingo Gil, Pedro Parajuá, Marcelino García, Nani Fernández de Nicolás... Que aunque muchos de vosotros no conozcáis, escribieron inolvidables páginas de las mejores carreras que se han celebrado en el legendario Jarama. Con la música de los años 60 y 70 sonando por los altavoces, podías cruzarte o hacerte una foto con Champi Herreros, que en el año 82, de junior, disputó aquí seis carreras en el mismo fin de semana. Con derbi en 80 y 125 c.c. y con una Ossa con cilindro de Phantom en 250 y las referencias de la Ossa de Santiago Herrero que le pasaron de fabrica como información. Gano las dos carreras de 80, una de 125 y otra de 250, rompiendo en las otras dos...
También estuvo Carlos Morante, otro de los buenos pilotos que dio Madrid por aquella época. Tuvo la vuelta rápida del Campeonato de España durante muchos años y está considerado como todo un especialista en este circuito, del que especialmente le gusta la “ciega” que hay después de la rampa de Pegaso. De ello puedo dar fe por cuando, a principios de los noventa, realicé mi primer cursillo de conducción teniéndole a él como monitor. Recuerdo que el iba con una BMW K75 de serie y los neumáticos de “plástico” y bastante gastados, yo con mi Guzzi Le Mans 1000 y unos flamantes Michelin Hi-Sport (lo mejor que había por entonces). Después de unas vueltas, yo iba primero del grupo rápido y tras recuperar en Farina (la de derechas siguiente a Le Mans), lo que se había ido en Varzi, salí pegado a su rueda hasta la entrada en Pegaso donde me sacó unos metros que gracias a los caballos de mi Le Mans le pude recuperar casi coronando... y se acabó, su manera de hacer la ciega, hilando, de manera milimétrica, unido a que, aunque yo no quería cortar, mi muñeca derecha pensaba lo contrario, consiguieron que cuando yo estaba saliendo de la ciega él, prácticamente lo estaba haciendo de la hípica... ¡Mi héroe!, y la primera lección sobre donde se hacen los tiempos en el técnico circuito del Jarama.
También estuvo Carlos Morante, otro de los buenos pilotos que dio Madrid por aquella época. Tuvo la vuelta rápida del Campeonato de España durante muchos años y está considerado como todo un especialista en este circuito, del que especialmente le gusta la “ciega” que hay después de la rampa de Pegaso. De ello puedo dar fe por cuando, a principios de los noventa, realicé mi primer cursillo de conducción teniéndole a él como monitor. Recuerdo que el iba con una BMW K75 de serie y los neumáticos de “plástico” y bastante gastados, yo con mi Guzzi Le Mans 1000 y unos flamantes Michelin Hi-Sport (lo mejor que había por entonces). Después de unas vueltas, yo iba primero del grupo rápido y tras recuperar en Farina (la de derechas siguiente a Le Mans), lo que se había ido en Varzi, salí pegado a su rueda hasta la entrada en Pegaso donde me sacó unos metros que gracias a los caballos de mi Le Mans le pude recuperar casi coronando... y se acabó, su manera de hacer la ciega, hilando, de manera milimétrica, unido a que, aunque yo no quería cortar, mi muñeca derecha pensaba lo contrario, consiguieron que cuando yo estaba saliendo de la ciega él, prácticamente lo estaba haciendo de la hípica... ¡Mi héroe!, y la primera lección sobre donde se hacen los tiempos en el técnico circuito del Jarama.
Un encuentro ya clásico
Y es que esto es buena parte del Classic Moto, la oportunidad que te da de rememorar historias, aventuras, recuerdos, de volver a ver a antiguos amigos o, a aquellos pilotos con los que vibraste hace ya unos cuantos años. Por supuesto, también lo es para poder dar rienda a la pasión, cada vez más en auge, que la moto clásica va teniendo en España, y que poco a poco, despacio aún, se va acercando a la que tienen en el resto de Europa.
Si este año no has podido estar, no puedes perdértelo el año que viene, y para que vayas haciendo boca, aquí te dejamos una extensa colección de fotos para que veas el buen ambiente y las preciosas motos de las que pudimos disfrutar en el Jarama el pasado fin de semana."
Y es que esto es buena parte del Classic Moto, la oportunidad que te da de rememorar historias, aventuras, recuerdos, de volver a ver a antiguos amigos o, a aquellos pilotos con los que vibraste hace ya unos cuantos años. Por supuesto, también lo es para poder dar rienda a la pasión, cada vez más en auge, que la moto clásica va teniendo en España, y que poco a poco, despacio aún, se va acercando a la que tienen en el resto de Europa.
Si este año no has podido estar, no puedes perdértelo el año que viene, y para que vayas haciendo boca, aquí te dejamos una extensa colección de fotos para que veas el buen ambiente y las preciosas motos de las que pudimos disfrutar en el Jarama el pasado fin de semana."
Texto y Fotos: Miguel A. Fernández / Lofer PhotoPress
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